El primer compromiso a nivel mundial para luchar contra el cambio climático fue el tratado en la Convención Mundial del Clima en Kioto en 1997, muchos dijeron que no sirvió para nada, pero la realidad fue que desde entonces hasta la cumbre de París de 2015 las naciones ricas se comprometieron a bajar sus emisiones de CO2 un 5%; al final la reducción hasta el año 2012, en muchos casos, fue de más de un 20%.
Con los impactos del cambio climático más visibles, la evidencia científica sobre el fenómeno consolidada y las tecnologías más baratas y accesibles (la solar ha reducido su coste en un 90 % en una década), es el momento de poder involucrarnos en construir un mundo mejor para nuestros hijos y ser mucho más autosuficientes en la producción de nuestra energía para la industria y el hogar; pero sobre todo hacernos responsables del impacto que genera la industria energética en el planeta.
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